1936. El golpe militar desencadena una brutal represion en Uncastillo (Zaragoza). Decenas de jovenes revolucionarios son asesinados. Siempre permaneceran en la memoria de sus familiares y seres queridos. La asociacion La Charata, recupero su memoria historica en una exposicion en Uncastillo el verano de 2007. Entre otros trabajos, esta asociacion ha editado un libro, escrito por Francisco Javier Ruiz Ruiz, titulado "Las voces del silencio". En memoria de todos esos jovenes a los que les fue arrebatada una vida llena de trabajo, de inquietud, de ilusion, de utopia... En su memoria.
Entrevista a María Sesé. Sindicalista.
María Sesé ha dedicado su vida al sindicalismo y al compromiso con los trabajadores y trabajadoras. Y esto no es una metáfora. Toda una vida, desde muy joven. Sindicalista del sector Agroalimentario, de cuyo Sindicato Provincial de Zaragoza fue Secretaria General. Ha formado parte de distintos órganos de dirección de CCOO tanto a nivel Autonómico como Estatal. Hoy sigue estando al pie del cañón, peleando por la mejora de las condiciones laborales en las pequeñas y medianas empresas de la Federación de Industria de Aragón. Las personas trabajadoras con las que se relaciona visitándolas en los tajos, o asesorándolas en la sede la quieren y aprecian enormemente su trabajo y dedicación. Sus compañeros y compañeras en el sindicato también. Inagotable, llena de energía, con todo su carácter, a veces un poco difícil, ahí sigue María Sesé, plenamente vigente en el panorama sindical aragonés.
¿Cómo se fue abriendo paso en tu conciencia la existencia de una realidad social y política bien diferente a la que se nos quería vender en plena dictadura franquista?
De niña yo era muy inquieta y esto me hacía participar en todo tipo de actividades ya fueran deportivas o de otro tipo. Era anticomunista y, con diez años, ya discutía con “el mundo”. Supongo que por el condicionante social y educativo, (yo iba a un colegio de monjas y me preparaban para mi ingreso, a los catorce años, en el noviciado de Abarzuza (Navarra)), aunque mi padre expresaba muchas opiniones de izquierda y era un gran defensor de Fidel Castro. Dentro de mis actividades estaban unas tertulias que hacíamos los sábados con compañeras y amigas sobre la amistad, el sexo, la religión, la política, etc. Muy típico de aquellos tiempos en los entornos religiosos. Sin embargo, esto fue el principio de reorganizar mis ideas y mi vida.
Empezaste muy joven a militar políticamente…..
Empecé a los 14 años y un mes. Un 28 de Abril. Mis amigas y yo empezamos a ir por una zona por la que iban jóvenes comunistas de los que nos hicimos amigas. Un día me propusieron tirar unas octavillas contra la Empresa Escoriaza, entonces era quien gestionaba el transporte urbano. Me gustó la idea, fui. Posteriormente, solicité mi ingreso en las Juventudes Comunistas.
No tardaste mucho en militar en movimiento obrero. ¿Como se produce ese vínculo con CCOO?.
A partir de mi primer trabajo en Fajas la Peña, a los 17 años. Me vinculó el Partido Comunista. El Comité Regional consideró que me debía dedicar al movimiento obrero.
Pero, María, en aquel contexto, como percibías a las personas que ibas conociendo en el entorno sindical y político.
Totalmente distintas al resto. Con mucho valor e inteligencia. Para mi eran lo más. Hasta el punto de que, por defenderlos, he tenido broncas familiares. Según éstos, a mi se me explotaba. Con el tiempo, se me han caído muchos castillos y me han defraudado personas.
Eras mujer, joven y muy combativa. En una sociedad que se abría a duras penas, paralizada por la enorme presión de la dictadura y en la que el machismo era omnipresente en las relaciones a todos niveles. Seguro que todo esto influyó en tu trabajo sindical y político.
En aquellos tiempos la conciencia feminista no era frecuente. Yo diría que éramos o yo era un poco machista. No me sentía discriminada y reaccionaba en todo como el resto de mis compañeros. Posteriormente, me he dado cuenta que si era un elemento diferenciador y discriminatorio. Esto se empeoraba, teniendo en cuenta mi carácter y mi situación de soltería.
Te has movido, en el espacio sindical de CCOO, y en el político del PCE y del PSOE. ¿Son estos ámbitos menos machistas que el conjunto de la sociedad?
Es indudable que desde estas organizaciones hemos luchado mucho por la liberación de la mujer y que hemos avanzado considerablemente. La sociedad ha avanzado, aunque en mi opinión, menos que las Leyes. Por lo que, todavía tenemos que trabajar más.
Tu dedicación sindical ha intensa y apasionada, en el transcurso de los años ¿Qué te ha aportado todo esto desde el punto de vista personal, tanto en positivo como en negativo?
Todo. Aunque sólo me he dedicado a ello, hasta el punto de desatender mi vida familiar y personal, mi trabajo político/sindical, me ha enriquecido mucho, desde mis conocimientos, hasta mi conciencia de clase. Pasando por haber vivido mucho, muy deprisa y conociendo a miles de personas.
¿Ha merecido la Pena?
Por supuesto. A veces lo pienso y no concibo mi vida sin ello.
….. Y ¿sigue mereciéndola?
Claro. O ¿Es qué no hay nada por hacer? Antes hablábamos de la liberación de la mujer y decíamos que hay que trabajar mucho. Laboralmente..., debemos seguir cambiando las cosas desde la organización, desde CC.OO., la legislación no nos da todo y, por tanto, la judicialización tampoco. Así que es necesario continuar con la acción sindica. En lo político, tenemos una derechona tan mi..., que hay que darle caña. Así que no queda otra.
Una dedicación ininterrumpida durante tantos años, te hace un testigo excepcional de los cambios experimentados por el sindicalismo y el sindicato… ¿tantos han sido?
Si. En mi opinión bastante. Si bien es verdad que hay que avanzar en la medida que lo hace la sociedad, yo creo que nos hemos acomodado un poco. Y tenemos una asignatura pendiente: no terminamos de llegar a l@s trabajador@s. Es más, hay cierto rechazo hacía nosotros. Hay cierto burocratismo y/o funcionariado en algun@s compañer@s
¿Cómo vives el actual momento desde el punto de vista político, social y sindical?
Estresada. Políticamente, como espectadora y votante. Socialmente, creo que se ha perdido la solidaridad y ha ganado el egoísmo. Esto me pone muy mal. Sindicalmente, en plena actividad diaria, llegando a donde puedo. Tenemos ERE + ERE, etc.
Diles algo a las jóvenes mujeres que se van incorporando al sindicato….
Que hay que luchar y que para ello se van a tener que enfrentar, seguramente, con los más cercanos. Que deben luchar para que nadie les impida estar y mantenerse en la organización. Y, esto puede parecer una perogrullada. Desde mi experiencia, he visto pasar a cientos de compañeras `por el Sindicato que, por distintos motivos, casi siempre relacionados con su vida familiar, han desaparecido. Les diría que el Sindicato, no es algo puntual para solucionar algún problema, que es el instrumento para organizarnos, canalizar los problemas y reivindicaciones y luchar por nuestros derechos. Y, finalmente, que tampoco es necesario dedicar todo el tiempo. La vida fuera del Sindicato, también es importante.
Gracias María. Y buen trabajo.
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